Por María Isabel Saro Cervantes
Sexóloga Clínica
A lo largo de los siglos, el varón ha ejercido supremacía sobre la mujer; actualmente continúa ejerciendo esa dominación y pretende garantizar las bases para perpetuar su hegemonía masculina.
Santas o brujas; “la mamá de, la hija de, la esposa de ó la viuda de”, prostitutas ó vírgenes, débiles, histéricas ó locas y ahora... ¡hasta asesinas, depresivas y suicidas!
Parecería que eso es lo que hemos sido y seguimos siendo las mujeres para muchos varones.
Siglo XIV: la mujer, encarnación de Eva, causante de todos los males de la humanidad.
Siglo XV: hija, no tendrá voz ni voto en la casa paterna; su futuro: boda o convento.
Siglo XVI: abstinencia, virginidad, pureza, belleza, honestidad, buena voluntad y deberes matrimoniales son virtudes de la mujer.
Siglo XIX: “habla poco y con severidad a las mujeres… bajo el encanto de su palabra se esconde el virus de la mayor propensión a los deleites carnales": Santo Tomás de Aquino.
Siglo XX: “Se embarazó, es la deshonra de la familia”.
El control sobre la mujer, su cuerpo, su mente y su conducta permea incluso en pleno siglo XXI.
Pongamos el índice en la definición legal de aborto; el aborto es la interrupción del embarazo después de la décima segunda semana de gestación y no como lo han estado utilizando hombres y mujeres alienadas por los mencionados procesos de dominación y control en las audiencias de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Es inadmisible que los señores Eduardo Medina Mora y José Luis Soberanes, sobre todo éste último quien debería estar luchando por los derechos de las mujeres, hayan presentado acciones de inconstitucionalidad buscando la derogación de la Ley de Interrupción Legal del Embarazo.
Si la Suprema Corte resuelve la revocación de la Ley en comento ¿dónde quedarán los derechos humanos de las mujeres, sus derechos sexuales y sus derechos reproductivos?
1 comentario:
Wow!!!!
Que claridad de pensamiento.
Todas las mujeres deberían pensar con mayor libertad.
¿Dónde podemos leer más artículos de la sexóloga Saro?
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