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La medicina moderna nació alrededor del año 460 antes de Cristo, esto significa dos milenios y poco más de cuatro siglos antes de los tiempos que nos ha tocado vivir. Es alrededor de ese año cuando nació Hipócrates, quien fue autor de los Aforismos y del Tratado de los Pronósticos. Uno de sus aforismos establece “Que la comida sea tu medicina, que tu comida sea tu medicina”.Para conocer como llegó Hipócrates a esta recomendación, es importante recordar que asoció el cuerpo humano a los cuatro elementos identificados en la antigüedad: las flemas con el agua; la bilis, por ser amarilla, con el fuego, la bilis negra, con la tierra, y la sangre con el aire.
A estos cuatro elementos Hipócrates los llamaba humores, y cuando estos se alteraban se producían las enfermedades.
Crisis
Por su claridad y precisión nos permitimos reproducir esta definición de la Wikipedia en español pues nos permitirá demostrar como lo que ingresa a nuestro organismo puede ser fundamental para que en la tragicomedia de nuestras vidas haya menos tragedia y más comedia:
Un concepto importante en medicina hipocrática era el de crisis, un punto en la progresión de la enfermedad en el cual ésta comenzaría a derrotar al paciente y como consecuencia el paciente moriría, o del contrario, los procesos naturales harían que el paciente se recuperase. Después de una crisis, podía seguir una recaída, y entonces una crisis definitiva (fatal). Las crisis ocurren en los días críticos, que, como se suponía, eran un tiempo fijado antes del contagio de la enfermedad. Si una crisis ocurre en un día lejos de un día crítico, se puede esperar una recaída.
En los días previos a estas notas, hubo una noticia que estremeció a la sociedad norteamericana: Uno de los ídolos del espectáculo, un luchador sin problemas económicos y una vida exitosa, asesinó con sus propias manos a esposa e hijo antes de suicidarse en su gimnasio.
Ningún crimen es justificable, pero sí hubo una explicación científica para este comportamiento.
Obligado por su profesión a construirse una imagen de gladiador, este hombre hercúleo se hizo dependiente de los anabólicos y esteroides, sustancias que no solo desarrollan músculos, sino también depresión, angustia y paranoia.
De acuerdo al concepto hipocrático este hombre tuvo una crisis que pudo llegar tras varios años de consumir esteroides anabólicos, pero que en su caso no solo provocó su muerte, sino la de otras dos personas inocentes.Pero así como existen sustancias capaces de de destruirnos, la naturaleza también puede proveernos de diminutas y maravillosas bombas, capaces de hacer explotar en nuestro organismo energía, inteligencia, optimismo y creatividad, además de inmunizar nuestro cuerpo contra agentes destructores como lo son el exceso de grasa y carbohidratos, los cuales resultan tóxicos capaces de producirnos enfermedades como la obesidad, caries, y debilidad extrema que pueden ser síntomas precursores de enfermedades crónicas como la diabetes y el cáncer.
¿De que estamos hechos?
No es necesario entrar en detalles de química orgánica para decir que el reino animal y el vegetal tenemos en común el predominio de unidades de Carbono.
En el año 2000, cuando se terminó de descifrar el genoma humano se pudo saber que seres vivos, animales o vegetales compartimos más del 90 por ciento de elementos orgánicos y la distancia se reduce a menos del cuatro por ciento, cuando nos comparamos por ejemplo entre seres humanos y primates.
El doctor John Heinerman, autor de Natures Seven Wonder Medicines (Siete Maravillas Naturales de la Medicina) y en cuyo trabajo basamos estas líneas, cita estos datos de la revista Scientific American.Las estratégicas neuronales que subyacen al almacenamiento del aprendizaje y la memoria de las abejas no se diferencias básicamente de lo que nosostros conocemos como vertebrados.
Las abejas, dice el docrtor Heynerman, no solo pueden ser más inteligentes que las computadoras, sino que pueden rebasar sus funciones. Pueden ver en color, oler, volar, caminar, mantenerse en balance, navegar, hacer ingeniería química, fabricar y reparar sus panales, sacarles la basura, controlar la temperatura interna o mudarse si es necesario. Hacen todo esto sin asistencia externa o dirección. Pueden funcionar independientemente, lo que no podemos decir de las más costosas computadoras, las cuales requieren equipos de programadores, técnicos e ingenieros para mantenerlas funcionando.
Una de las computadoras más avanzadas puede procesar a la velocidad de 16 gigaflops, o para decirlo en términos humanos y de acuerdo a la comparación original del doctor Heeynerman, es como hacer 16 mil millones de operaciones aritméticas, añadiendo dos números de varias cifras cada segundo.Una pequeñísima abeja requiere menos de 10 microwats para operar.
De acuerdo a la revista de computación Bite, esta eficiencia es siete veces superior a la más eficiente computadora inventada por el hombre, o para decirlo de otra manera, se requeriría la energía del cerebro de 10 millones de abejas, para hacer funcionar un foco de 100 wats.Y si recordamos ese principio de que la energía no se crea ni se destruye, sino que únicamente se transforma ¿de donde toman las abejas tanto poder? De polen de las flores es la respuesta más obvia e inmediata.
Por asombrosas que nos parezcan las diminutas abejas, la conquista del espacio exterior o el conocimiento de las 256 vibraciones por segundo que registra el oído humano para percibir la nota musical Do, son exclusivas de nuestra especie.De cualquier manera las fuentes de donde toman su energía las abejas y los seres humanos son muy similares.Por cierto, como los seres humanos, las abejas también son susceptibles a enfermarse por virus y bacterias y elaboran sus propios antídotos.Cuando tomamos miel de abeja para combatir una infección de garganta, estamos aprovechando las virtudes antisépticas de este producto.
Médicos rurales que han tenido que lidiar con una pequeña intervención quirúrgica sin contar con los antisépticos adecuados, frecuentemente han tenido que utilizar miel para cubrir la herida después de suturar para tratar de frenar las infecciones. Y así como la miel, existen otros productos naturales que nos ayudan a inmunizarnos de las enfermedades.
El chile es uno de ellos, el ajo otro y uno más el ginseng.
¡Oiga tengo gastritis! Exclamará algún lector, al saber de las propiedades curativas del Chile.
Hace algunas horas una joven me comentaba: “Dicen que el ajo hace vivir muchos años; pero para que quiero vivir muchos años sin nadie que se me acerque. Apesta”.
“Oiga, pero el ginseng no es muy caro. Dicen que lo traen de China”, objetará otro lector. Si a usted le disgusta el picante ¿que le parece el Pimiento Morrón?¿Sabía que el ajo se deodoriza y mantiene sus propiedades en cápsulas? O que el Ginseng ya se siembra en México.
El germen de trigo ayuda a regular nuestras funciones intestinales y no tiene las calorías del pan o las galletas, el jengibre es una planta de la que no solo se obtienen colorantes amarillos, sino que ayuda a mantener el equilibrio de la bilis, uno de los cuatro humores de los que nos hablaba Hipócrates.
La vitamina A la podemos obtener principalmente de las espinacas y las zanahorias. Si no nos gustan o queremos prescidir de los azúcares que tiene esta última raíz también está en cápsulas. La vitamina C abunda en naranjas, jitomates y brócoli o en el hígado de res.
No le gustan (también hay en cápsulas)La mejor fuente del Omega 3 es el pescado, gente muy cercana a mí no puede ni olerlo sin que le den nauseas. La mala noticia para gente como ellos es que es el omega 3 es una grasa de la que no podemos prescindir, la buena es que también se encapsula y puede ser tomada de fuentes vegetales como el aguacate, el olivo y las nueces.
La conexión entre las neuronas requiere de grasa como transmisor de los impulsos eléctricos. La grasa, para no oxidarse o formar placas, requiere de vitamina E. Afortunadamente el aceite de pescado, la grasa del aguacate o la de Olivo tiene su propia vitamina E. ¿No le gusta nada? Pues use los suplementos en forma de cápsulas.
Si usted quiere saber más sobre como los alimentos nos ayudan a tener un mejor estado de ánimo, si requiere utilizar una calculadora para conocer su peso ideal, consultar un médico en línea, recetas para combinar los alimentos o sólo saber más sobre nutrición, por favor continúe pulsando este enlace http://www.rey1.com/MEX010708.
No tiene nada que perder y sí mucho por aprender. Quizá incluso, al compartir lo que aquí conozca, no solo cambie su propia vida de maneras que ni imagina, sino que además cambie de manera extrema el destino de muchos de sus seres queridos.
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